Las tablas con cuatro cartas de un mismo palo confunden a mucha gente. Pueden ayudar al juego o arruinarlo por completo. El resultado depende de la decisión que tome el jugador en función de su análisis de la situación actual. Hay varias opciones de trabajo para salir de esa situación.
Los tableros de cuatro caras son capaces de cambiar el curso del juego. La cuestión es que influyen significativamente y pueden incluso cambiar la fuerza de las manos de todos los rangos. Las más fáciles y sencillas son las manos para farolear en las tablas de 4 colores. Si las escaleras son fuertes, debes apostar. Si están en la categoría media o débil, se puede hacer una jugada cautelosa, como un jaque.
Hay que aclarar que el farol en las tablas de 4 colores tiene sus propios matices. En primer lugar, todos los miembros de la mesa pueden ser inteligentes e intuitivos. Hacer los movimientos más obvios no siempre es una buena idea, aunque a veces puede funcionar. Se recomienda recurrir a los faroles cuando hay escaleras o cartas de más. Pero aquí también hay matices.
El principal problema se produce con las apuestas. Con este tipo de manos en tablas de 4 colores, apenas se puede «sacar» todo el proceso si el oponente iguala. Su alcance es considerablemente limitado y tendrá que tirar a muerto. Se recomienda comprobar las manos del sorteo de bichos. Esto preserva el amplio rango de cada oponente y proporciona una oportunidad de mejorar para hacer una mano ganadora en el river.
Dado que el farol es una decisión tonta con estas probabilidades, se puede utilizar de otras maneras. Así es como los jugadores profesionales de póker hacen un farol, esencialmente con aire. El jugador puede tener pares inferiores así como basura en el bolsillo. La equidad está perdida, y una llamada no mejorará la posición. Pero puede forzar un gran número de faltas de los hombres fuertes.
Llegando al río, hay otro punto importante que hay que tener en cuenta a la hora de trazar estrategias en las tablas de 4 colores. Así que todos los jugadores deberían apostar con sets y dos pares. Esta no es una buena opción, o más bien una opción contraintuitiva. Muchos jugadores de póquer profesionales utilizan esta técnica.
Sin embargo, cuando se hace una apuesta en tal escenario, resulta que el jugador está apostando en una mano bien jugada, pero al mismo tiempo, está haciendo un farol. La explicación es sencilla. Apostar en una mano bien jugada implica que a veces los oponentes «llamarán» a una mano que no tiene color. Así que puede que sólo tengan dos pares.
Los sets actúan como una especie de half-bluff en las tablas de 4 colores. No pueden garantizar una victoria clara, pero mantienen algunas posibilidades de ganar. Una combinación de este tipo puede permitir al jugador llegar al final, confundir a los oponentes y seguir recogiendo las ganancias. Pero no hay una garantía del 100%.
Además, los sets y las dos parejas ganan por negar la equidad. Hay 9 cartas de river que pueden asegurar un tablero de 5 colores. Entonces el jugador tendrá que repartir para dividir el bote con cada mano del rango de su oponente. Por lo tanto, tiene sentido forzar al oponente a retirarse, incluso si tiene la peor mano.